Niños Mexicanos Carecen de protección ante drogas legales.
Correr, saltar, cantar, reír y en ocasiones enojarse y gritar son todas muestras de que un niño está vivo y tiene sentimientos. Son muestras de que él es un ser humano completamente normal.
Seguramente podemos recordar que cientos de nuestros momentos más felices ocurrieron en nuestra niñez, jugando fútbol o a las muñecas, participando en el coro de la escuela, organizando guerras con resorteras o municiones de papel mojado o molestando a nuestra hermanita menor
¿Cuántas veces tu vida se ha llenado de alegría con el solo hecho de ver a un niño jugar y reír?
¿Cuántas veces la sonrisa o el abrazo de tu hijo te han hecho sentir que el día valió la pena?
Ahora imagina que alguna persona, arbitrariamente decide que lo mencionado arriba son síntomas de una “terrible enfermedad”: el trastorno del déficit de atención (TDAH). En otras palabras, imagina que tu hijo, tu hermano o un amigo tiene ahora una falsa etiqueta que lo clasifica como un niño hiperactivo.
Como no pueden comprobar científicamente que la persona tiene algún problema real, hay quienes dirán que la persona tiene “un desequilibrio químico en el cerebro”. Otros quizás digan que el niño nació con “un desorden neuronal”. Y algunos, los menos dañinos, hasta le pondrán color ya que dirán que el niño es un niño índigo.
La realidad es que no existe la hiperactividad ni el trastorno por déficit de atención.
En cambio, si existen las alergias a sustancias como el plomo, la mala nutrición, una dieta a base de dulces y comida chatarra, la falta de ejercicio o juegos, una educación deficiente en términos de comprensión y cuidado de parte de los maestros o incluso de los mismos padres, etc. Y cada una de las cosas que acabo de mencionar desencadenan conductas y problemas como los que utilizan algunos pseudo-especialistas para determinar que un niño es hiperactivo.
Si permites que a tu hijo, tu hermano o a tu amigo le coloquen la etiqueta de “niño hiperactivo”, olvídate de cómo era la persona!!! Y no me refiero a las supuestas “consecuencias” de esta falsa enfermedad ya que eso es sólo una de las muchas mentiras que escucharás desde ese momento. Me estoy refiriendo al negocio ruin que lucra con la vida del niño: El tratamiento psiquiátrico y sus drogas.
Y dentro de esta farsa, uno de los actores principales hace su aparición:
El Metilfenidato, mejor conocido por su nombre comercial, el Ritalín o Concerta, es la droga preferida para el tratamiento del déficit de atención.
Para tener una idea clara de qué es el Ritalín, echemos un vistazo a los consumidores de esta droga.
EJEMPLOS:
El 20 de noviembre de 1986, Rod Mathews, de 14 años, mató con un bate a un compañero de clase en el bosque cercano a su casa en Canton, Massachussets. A pesar de que Rod era un estudiante brillante, se le receto Ritalín cuando iba en tercer año de primaria.
El 21 de mayo de 1998 Kip Kinkel, de 14 años, asistía a clases para controlar la ira y se afirma que tomaba Prozac, antes de que realizara un ataque armado en Springfield, Oregon, donde mato a dos personas e hirió a otras 22. Se informa que además tomaba Ritalín. Kinkel también disparó contra sus padres, matándolos.
En Estados Unidos, la escuela obligo a Matthew Smith a tomar un estimulante psiquiátrico que le ayudaría a “concentrarse mejor”. Sin embargo, en el año 2000, cuando tenía apenas 14 años de edad, Matthew murió de un ataque cardiaco que el médico forense atribuyó al estimulante que se le había prescrito. El estimulante era Metilfenidato.
En algunas escuelas de la Ciudad de México (y también en el interior de la república) se condiciona la educación de nuestros niños a cambio de que consuman Ritalín.
Incluso, hay quienes pretenden utilizar al Congreso de la Nación para la promoción de leyes que permitirían que ese condicionamiento a la educación no sólo fuera válido sino estrictamente obligatorio.
El cerebro no es la causa real de los problemas de la vida.
La gente de hecho tiene problemas y molestias que podrían tener como resultado dificultades mentales, que en ocasiones son muy graves. Pero decir que la causa de estas dificultades son “enfermedades incurables del cerebro” a las que sólo se puede dar alivio mediante píldoras peligrosas, es deshonesto, dañino y a menudo mortal. Tales drogas son frecuentemente más potentes que un narcótico y pueden incitar a la violencia o al suicidio.
El Metilfenidato, (ritalín) también puede predisponer a los niños para abusar de las drogas cuando sean más grandes (si es que llegan a adultos). Los científicos informan que el Ritalín afecta al cerebro de la misma manera que la cocaína, presentando así un gran riesgo para una posterior adicción. Un estudio llevado a cabo en California con adolescentes diagnosticados con el “síndrome del déficit de atención por hiperactividad” descubrió que aquellos tratados con Ritalín cuando eran niños, tenían tres veces mas probabilidades de utilizar cocaína al llegar a la edad adulta.
Los adictos a las drogas utilizan Ritalín de manera ilegal y lo combinan con otras drogas. Existe mercado negro de Ritalín y México podría estar involucrado directamente al ser uno de los mayores productores de esta droga a nivel mundial, incrementando su nivel de en un 800% entre el año 1993 y el año 2001.
¿QUÉ DICE LA LEY MEXICANA?
En la “Guía para la atención de intoxicaciones por drogas” publicada en el año 2000 por el Consejo Nacional contra las Adicciones y la Secretaria de Salud se hace mención del Metilfenidato como una anfetamina que en fase avanzada puede ocasionar crisis con hemorragia cerebral, convulsiones, coma profundo, colapso circulatorio, falla respiratoria y muerte.
Así mismo, en el articulo 234 de la ley general de salud se considera estupefaciente el metilfenidato. Dentro de esta misma lista se encuentran drogas mas conocidas como la morfina, el opio, la metadona y la cocaína.
Adicionalmente debo destacar que el articulo 467 de la ley general de salud señala “al que induzca o propicie que menores de edad o incapaces consuman, mediante cualquier forma, substancias que produzcan efectos psicotrópicos, se le aplicará de 7 a 15 años de prisión”.
¿Qué está pasando entonces con quienes condicionan la educación a cambio de iniciar un tratamiento con esa droga? Que pasa con quienes se enriquecen a costa de nuestros niños?
Aunque una supuesta enfermedad y su tratamiento tengan nombres elegantes, científicos y reconocidos, no pueden esconder la verdad.
Ninguna escuela, maestro o seudo-especialista puede obligarte a que consumas ninguna clase de drogas, legales o ilegales.
Si a ti o a alguien que tú conoces se le ha exigido que consuma Ritalín, Concerta o algun otro medicamento psiquiatrico o ha sido victima de algun otro abuso por parte de estos seudo-especialistas, por favor, ponte en contacto conmigo.
Margarita Ibáñez T.
Voluntaria de la
Comisión de Ciudadanos en Defensa de los Derechos Humanos A.C.
maggie@luchaporlosninos.com