EL MARKETING DE TRASTORNOS PARA VENDER DROGAS*
Puede estarse afirmando lo obvio, pero para que un doctor prescriba legalmente una droga, tiene que haber alguna clase de diagnóstico acordado, algún protocolo mediante el cual se actúe, el cual incluiría síntomas físicos legítimos. Este no es el caso con la psiquiatría. El psiquiatra Joseph Glenmullen explica: “En medicina, existe un criterio estricto para darle el nombre de enfermedad a una condición. Aparte de poder predecir un conjunto de síntomas, se debe establecer la causa de los síntomas o establecer una comprensión de su fisiología [función]. Este conocimiento eleva tal diagnóstico al estatus de una enfermedad reconocida. Por ejemplo, la ‘fiebre’ no es una enfermedad, es simplemente un síntoma. Cuando existe la ausencia de una causa fisiológica conocida, al grupo de síntomas que uno ve repetidamente en una gran variedad de pacientes se le llama síndrome, no enfermedad”.10 En psiquiatría, “tampoco tenemos prueba todavía de la causa fisiológica de ninguno de los diagnósticos psiquiátricos… A los diagnósticos se les llama trastornos porque ninguno de ellos son enfermedades establecidas”.11 La elaboración de la sexta edición de la Clasificación Internacional de Enfermedades (ICD por sus siglas en inglés) de la Organización Mundial de la Salud de 1948, la cual incorporó los trastornos psiquiátricos (como enfermedades) por primera vez, y la publicación de la Asociación Psiquiátrica Americana el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM) en Estados Unidos en 1952, dio un sistema de diagnóstico aparente. La edición de 1952 del DSM contenía una lista de 112 trastornos mentales. En 1980, se editó la tercera publicación, el DSM-III, listando una adición de 112 trastornos, llevándolos a un total de 224. En la sección “Infancia, Niñez y Adolescencia” se añadieron 32 nuevos trastornos mentales, entre ellos: Trastorno por déficit de atención, Trastorno de la conducta, Trastorno del desarrollo de lectura, Trastorno del desarrollo de la aritmética, y Trastorno del desarrollo del lenguaje. El DSM-IV, publicado en 1994, aumentó la cuenta total de trastornos mentales a 374. Y desde entonces, se han inventado y agregado a la lista continuamente nuevos trastornos. Para toda su pretensión técnica, el DSM no ha logrado ninguna calificación científica en ningún grupo profesional excepto entre los mismos psiquiatras. Los profesores Herb Kutchins y Stuart A. Kira, autores de Making Us Crazy (Enloqueciéndonos), advierten:“Existen en verdad muchas fantasías acerca del DSM, y muchas necesidades de quienes lo desarrollaron para creer que sus sueños de excelencia científica y utilidad se han hecho realidad, es decir, que sus criterios de diagnóstico sustentan la validez, confiabilidad y exactitud de los diagnósticos utilizados por los médicos de salud mental”.12
Sus sueños se han quedado sólo en ilusiones. La profunda confianza en el DSM está en un creciente ataque por muchos sectores, debido a su falta de validez científica. El Dr. Jeffrey A. Schaler conferencista de la Universidad Americana de Washington, D.C., dice“El concepto de validez científica, sin ser algo ficticio, ésta relacionado con el fraude. La validez se refiere al grado de lo bien o mal que algo representa o mide, de lo que se supone debería representar o medir. Cuando las medidas, del diagnóstico no representan lo que se supone debería representar, decimos que esa medida carece de validez. Si un negocio o comercio descansara en esa falta de validez, diríamos que ésta fue el instrumento del fraude. El DSM-IV, publicado por la Asociación Psiquiátrica Americana… es notable por su falta de validez científica.”13
Aunque algunas personas obviamente sufren realmente de alguna perturbación mental, no existe ninguna prueba que estas condiciones sean causadas por las “enfermedades” mentales de la psiquiatría. No hay ninguna prueba para tales “enfermedades” mentales; existen por que los psiquiatras dicen que existen. ¿Entonces cómo es que los “trastornos” aparecen en el DSM? Un trastorno se vuelve válido por un proceso de consenso que hace que los “especialistas” levanten la mano, a preguntas como: “¿Creen que éste es un trastorno, si o no? ¿Quién dice si? ¿Quién dice no?” Este procedimiento no científico, fue el porqué el psiquiatra Al Paredes afirmó que el DSM “es una obra maestra de manipulación social” también dijo, “lo que ellos (los psiquiatras) han hecho es medicar muchos problemas que no tienen una causa biológica demostrable”. Obviamente, la gente puede experimentar dificultades mentales serias y necesitan ayuda. Sin embargo los profesores Herb Hutchins y Stuart A. Kirk, advierten: “El público en general puede tener la falsa creencia de que un diagnóstico proveniente del manual de la psiquiatría, que fomenta la ilusión de que las asperezas, la brutalidad y el dolor de sus vidas y sus comunidades pueden explicarse por medio de una etiqueta psiquiátrica y también que se pueden erradicar con una píldora. Ciertamente, existen muchos problemas que todos nosotros tenemos y un sin número de formas peculiares en las luchamos… para lidiar con ellas. Pero, ¿podría ser la vida de otra manera? Muy a menudo, la biblia de la psiquiatría nos ha estado enloqueciendo, cuando simplemente somos humanos”. Ciencia Chatarra De acuerdo a una votación internacional de expertos en salud mental llevada a cabo en Inglaterra, el DSM-IV fue unos de los 10 libros que obtuvieron el mayor número de votos como uno de los peores textos psiquiátricos del milenio Se le criticó al DSM por que reduce a la psiquiatría a una lista de verificación. Si tú no te encuentras en el DSM-IV no estás enfermo. Se ha convertido en un monstruo, fuera de control.15 Un estudio publicado en el Journal Psychotherapy and Psychosomatics de 2006 encontró que el 100% de losmiembros del panel que determinaron los trastornos del estado de ánimo (“depresión” y “bipolaridad”),“esquizofrenia” y trastorno “psicótico” en el DSM estaban involucrados financieramente en secreto con las compañías farmacéuticas. En julio del 2000 un artículo del periódico Washington Post reportó que mientras que para la medicina verdaderase fabrican nuevos fármacos para tratar condiciones físicasreales, y que en el caso de la psiquiatría, la corriente esbuscar “nuevos trastornos para las drogas existentes”. El Dr. Sydney Walker III, neurólogo, psiquiatra y autorde A Dose of Sanity (Una Dosis de Cordura), dijo que el DSM ha llevado a la drogadicción innecesaria de millones depersonas”.16 Carl Elliot, bioético en la Universidad de Minnesota, comentó, “La forma de vender drogas es vender enfermedades psiquiátricas”. Con el DSM, la psiquiatría tiene a su disposición una lista en expansión de supuestos trastornos mentales, para cada uno de los cuales se puede recetar legalmente una droga psiquiátrica. El Dr. Irwin Savodnik, profesor adjunto de psiquiatría clínica de la Universidad de California, en Los Ángeles, respondió: “El propio vocabulario de la psiquiatría es ahora definido en toda su extensión por la industria farmacéutica”. *Se respetó la numeración de las citas del original. 10 Sydney Walker, III, M.D., ADose of Sanity: Mind, Medicine andMisdiagnosis (John Wiley & Sons, Inc, New York, 1996), p. 192 11 Ibid. p. 193. 12 Op. cit., Kutchins and Kirk,pp. 260, 263. 13 Kelly Patricia O’Meara, Psyched Out: How Psychiatry Sells Mental Illness and Pushes Pills That Kill (AuthorHouse, Indiana, 2006),pp. 31-32. 14 Ibid. 15 “Ten Things That Drive Psychiatrists To Distraction,” The Independent, (United Kingdom),19 Mar. 2001. 16 Op. cit., Sydney Walker, III,p. 229.